corriente, salpicante de pronto y pesada después, llegaré por fin al frío abrazo tuyo, a dejarme flotar y hundirme como entre millones de pétalos y pulpas. pues hiciste de mí el miedo y la ansiedad ilimitados, y de mí el arrojo y el ahogarme, de ti la impiedad. porque me hiciste daño y me hiciste feliz, la mano fiel y violenta.
un padre y una hija se quieren y no, y cuando se dan la mano es para correr desparejos y romper contra las rocas.
martes, 31 de marzo de 2009
cada racimo de mí, pues estoy llena de carozos. hay cuatro pegados inamovibles.
no es éste mi pensamiento, no es ésta mi mano ni éstos mis pies. ni es ésta la cuenca de mis ojos inútiles. no es éste el cauce ni mi entrada al mar.
hondo y rugidor como la cuna, hagamos silencio. también estoy hecha de una tierra enlodada.
no es éste mi pensamiento, no es ésta mi mano ni éstos mis pies. ni es ésta la cuenca de mis ojos inútiles. no es éste el cauce ni mi entrada al mar.
hondo y rugidor como la cuna, hagamos silencio. también estoy hecha de una tierra enlodada.
miércoles, 21 de enero de 2009
Batían sus alas los ángeles, y hacían de mí otra y otra...
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Escrito el 28 de octubre de 2007.
Como era de esperarse, me acariciaste y cambié de color.
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Escrito el 28 de octubre de 2007.
Como si pudiera mirarte a través de las paredes y encaminarme. Al lado exististe, razonablemente junto a mí, moderado y sin pliegues.
Subo descalza, es un año y otro año, y el pecho se posa sobre mi cuerpo cada vez. El ámbito es el mismo, el color, los climas vertientes. Simultáneo parecer incorpóreo. Tenemos el revoloteo en un párpado, la tejedura ilimitada de la costumbre, esa panzada de anoche como una vela consumida y el amor sin rescate. Puedes venir, y serás como un anzuelo.
Subo descalza, es un año y otro año, y el pecho se posa sobre mi cuerpo cada vez. El ámbito es el mismo, el color, los climas vertientes. Simultáneo parecer incorpóreo. Tenemos el revoloteo en un párpado, la tejedura ilimitada de la costumbre, esa panzada de anoche como una vela consumida y el amor sin rescate. Puedes venir, y serás como un anzuelo.
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Escrito el martes 16 de septiembre de 2008.
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