domingo, 21 de noviembre de 2010

Yo tendré
de dos cabezas, una.
La que me pongo por las mañanas,
que no vale más que unas pocas notas,
talento vaciado de talento,
oficio viciado de oficio.

Tendré cuando queramos
una mirada atenta,
labios amables y lo fortuito.
Tendremos cuando queramos
mi presencia
confusa cuando menos,
silenciosa cuando más.

Pero en la interrupción me ocurre
y en la interrupción me salgo.
Cuando yo no estoy
intuye
mi cabeza o el alma que tuve
que volverán mis ojos dobles
a la niñez inesperada,
al deseo incontenible
o a los dos.

lunes, 4 de octubre de 2010

Una cinta de papel o una paloma moribunda
lo mismo da
en la dulce demora del paso,
en la involuntaria premura de mí entre las luces.

Nostalgia. Me deseo siempre.
Hace mucho
dejé de escribir.